Internet, más allá de las redes sociales

El uso que hoy damos a Internet, ya sea para trabajar, hacer video-llamadas, buscar información, utilizar redes sociales, ver películas, o hacer movimientos bancarios y compras en línea, fue a finales de los años 50 solo una vaga idea impulsada por organismos de investigación en el campo militar, comercial y científico.

Lo que hoy damos por sentado respecto a Internet y sus aplicaciones pareciera ser el culmen de todos esos años de investigación y revolución digital en el mundo. Algunas personas incluso pueden creer que todo lo que se puede inventar relacionado con Internet ya ha sido inventado, sin embargo, la impresionante evolución de Internet aún no ha terminado. Imaginar el futuro de Internet y sus aplicaciones en los siguientes 50 años, resulta tan impredecible y emocionante como lo fue en su invención el siglo pasado.

La vida en un mundo conectado

Internet ya no es solo una red mundial de computadoras interconectadas con un mismo protocolo de comunicación, sino que se va difuminando e integrando a nuestras vidas en múltiples dispositivos que van más allá de una computadora o un teléfono inteligente. El poder de Internet se extiende en diversos aparatos, sistemas e industrias. 

Cada vez podemos encontrar más máquinas, electrodomésticos, automóviles, aparatos o hasta dispositivos usables, como relojes, calzado o ropa con sensores y tecnología que se conecta a Internet. Esa conexión es conocida como el Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés).

El IoT se refiere a la conexión que realizan a Internet una serie de aparatos o “cosas” para compartir datos con otros aparatos, analizar esos datos y en ocasiones realizar acciones sin intervención del usuario. Estos dispositivos y máquinas conectados, gracias al IoT, tienen innumerables aplicaciones en diversas industrias y pueden llegar a transformar y mejorar muchos aspectos de nuestra vida.

La transformación que viene

La capacidad de estos dispositivos para compartir información con otros en tiempo real es cada vez mayor gracias a que la velocidad de la conexión a Internet ha aumentado exponencialmente. Por ejemplo, en 2002 una canción tardaba en descargarse en promedio 12,5 minutos debido a que la velocidad media era de 56K, en 2012, las velocidades podían alcanzar ya los 100 Mbps e incluso superarlos, permitiendo la descarga de una canción en 18 segundos. En 2021, según el informe Digital 2021 realizado por WeAreSocial y Hootsuite, la conexión fija a Internet alcanza en países como Tailandia, el país líder, un promedio de velocidad de conexión de 308,53 Mbps. Y en cuanto a la conexión móvil a Internet, la nueva red 5G tendrá la capacidad para transmitir datos a una velocidad 20 veces superior a las redes actuales.

El IoT y tu casa inteligente

Cada vez hay más variedad de dispositivos inteligentes conectados al IoT que podemos incorporar a nuestra vida cotidiana para hacerla más segura, divertida y cómoda. Hoy día se pueden adquirir desde focos, cámaras, televisiones, refrigeradores, barredoras robóticas, impresoras, termostatos y timbres, hasta altavoces inteligentes, sensores de movimiento y apertura de ventanas o puertas, o enchufes que convierten en inteligentes los electrodomésticos tradicionales.

Estos dispositivos inteligentes se vuelven cada vez más accesibles; es muy probable que, así como el teléfono fijo fue considerado como algo indispensable en la mayoría de los hogares, en unos años los dispositivos inteligentes tengan una escalada imparable que los convierta en tecnologías fundamentales para nuestra forma de vida.

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